¿Para qué nos sirven, y en dónde se encuentran las emociones?
Estas son preguntas frecuentes que escucho de los pacientes. Muchas personas creen que la mejor manera de controlar sus emociones desagradables es pretender que no las sienten y eso hará que sean personas felices. Pero, ¿es saludable sentir únicamente alegría y emociones agradables?
Para comprender mejor las emociones y el papel que tienen en nuestras vidas, he aprendido a verlas como mensajeras. Estas mensajeras aparecen en nosotros para decirnos si lo que estamos viviendo es conveniente o no. Cuando sabemos escucharlas, nos ayudan a tomar decisiones.
Por ejemplo, cuando distinguimos sentir alegría, inferimos que lo que estamos viviendo en ese momento es bueno para nosotros y la decisión que tomamos es de continuar en donde estamos. Por otro lado, cuando sentimos enojo, sabemos que eso que estamos experimentando es algo que no nos conviene. Por lo mismo tomamos decisiones que modificarán lo que sucede a nuestro alrededor y por ende alterará el estado de ánimo actual.
Un problema que he detectado es que a varias personas se les dificulta saber con exactitud la emoción que sienten y lo que es peor, hay quienes no se dan cuenta de la que están experimentando y en lugar de responder razonadamente, reaccionan de manera impulsiva. Por ejemplo, ¿sabe cuál es la emoción exacta que siente en este momento? ¿cómo la detectó?
¿CÓMO DETECTAR SI SIENTO EMOCIONES AGRADABLES O DESAGRADABLES?
La respuesta es sencilla, pero requiere de entrenamiento, ya que las emociones se sienten y expresan en el cuerpo por lo que nos toca aprender a escuchar lo que éste nos comunica. Si siento comodidad corporal, entonces sé que mi emoción es agradable. Por su parte, si me doy cuenta de músculos tensos, dolor y cualquier otro tipo de incomodidad, entonces mis emociones son desagradables.
Le propongo un experimento sencillo. Siéntese o quédese quieto por un momento. Piense por 30 segundos en la sonrisa de la persona que más ama. Luego, recorra su cuerpo con su mente, como si le realizara un scanner de pies a cabeza, de manera sumamente lenta para detectar si existe comodidad, relajación o alguna señal placentera en su cuerpo. Si sucede esto, entonces está experimentando emociones agradables.
Ahora, manténgase en la misma posición inmóvil y piense por la misma cantidad de tiempo en la última ocasión en que se peleó con una persona. Después realice el mismo scan, empezando por los dedos de los pies, subiendo despacio hasta la coronilla de su cabeza. De seguro detectó algunos músculos tensos, dolor, aceleración en la frecuencia cardiaca o algún otro malestar corporal. Esto significa que sintió emociones desagradables.
LAS EMOCIONES EXISTENTES:
Algunos ejemplos son:
EMOCIONES
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DESAGRADABLES
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AGRADABLES
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Miedo
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Sorpresa
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Aversión
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Alegría
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Enojo
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Tranquilidad
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Tristeza
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Gratitud
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Frustración
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Esperanza
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Ira
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Interés
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Pena
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Inspiración
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Vergüenza
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Asombro
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Desesperación
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Amor
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¿QUÉ SUCEDE SI OPRIMO MIS EMOCIONES?
Aunque no nos guste sentir algunas, es importante no pretender que no se están experimentando ya que no desaparecen sólo con desearlo y el evento conflictivo que las inspira probablemente no se resolverá por sí solo.
Es común escuchar que una persona es fuerte porque aparenta estar alegre a pesar de vivir problemas. Este tipo de pensamiento alimenta la idea de que la tristeza u otra emoción negativa "es para débiles". Sin embargo, la persona que se responsabiliza en asumir este tipo de emoción es más fuerte que quien finge no experimentarla. Por mucho que se esfuerce por no expresar lo que no le agrada, el cuerpo se encargará de hacerlo; algunas veces un simple dolor muscular bastará y en el peor de los casos, podrá agravar o provocar una enfermedad o se actuará agresivamente hacia sí mismo, otros u objetos.
Por eso es recomendable asumirlas, experimentarlas y de esa manera se les dará paso a que se vayan. Una manera de comprender esto es imaginando lo siguiente:
- Suponga que compra una alfombra hermosa y la coloca en el lugar que más le gusta. Luego decide comer una manzana y como no encuentra basurero cerca, decide esconder los restos debajo de su nueva adquisición. ¿Qué cree que sucederá con esa alfombra y con lo que sobró de manzana? Lo más seguro es que la basura se pudra, le crezca moho, huela feo, impregne de moho la alfombra, atraiga insectos y todo el cuarto olerá a sucio.
En caso de que desee profundizar más en el tema, le recomiendo entrar a mi página de Facebook y solicite una cita en mi consultorio.